La primera escuela sustentable diseñada por Michael Reynolds en Latinoamérica ya es una realidad. Emplazada en la localidad uruguaya de Jaureguiberry, el proyecto ya cumplió un mes desde su inicio de clases, al cual asisten más de 100 niños de esta comunidad rural.
Su construcción es la materialización de un largo proyecto emprendido por la organización sin fines de lucro TAGMA, que viene trabajando con Reynolds -fundador de Earthship Biotecture- desde un primer contacto hace cinco años tras ver el documental Garbage Warrior, dirigido por Oliver Hodge y que recopila la visión de vida del arquitecto estadounidense.
"(El proyecto) era una idea tan grande, que en ese momento era equivalente a planificar un viajecito a la luna", declamó Martín Espósito de TAGMA en el discurso de inauguración. "Siempre fuimos simplemente un grupo de amigos que no sabíamos nada de construcción, ni de procesos gubernamentales, intentando hacer algo más grande que nosotros mismos".
Con "2.000 neumáticos, 5.000 botellas de vidrio, 2.000 metros cuadrados de cartón y 8.000 latas de aluminio", según informa Clarín, y su construcción comenzó en febrero de este año, tomó 45 días y trabajaron más de 70 voluntarios provenientes de 30 países alrededor del mundo.
Un 60% de los materiales utilizados en la obra fueron originalmente reciclados y su superficie alcanza los 270 metros cuadrados. Además, cuenta con paneles solares en su cubierta y un sistema de recolección de aguas lluvias que permiten su reutilización en baños, cocinas y en su propio invernadero.
"Quisimos crear una escuela que cambie el concepto de escuela", explicó Espósito. "Donde los padres se acerquen a la educación de sus hijos, que las comunidades sientan como centro de todo aprendizaje y conocimiento y que prepare a los niños del futuro para solucionar problemas que hemos creado a través de nuestro desarrollo desmedido. Una escuela que nos enseñe nuevamente a convivir en equilibrio con el entorno. Ojalá que esta escuela se transforme en un símbolo para todos. Una escuela para todos".
Vía Una escuela sustentable y Clarín.